Autoconfianza óptima vs autoconfianza excesiva en deportistas

En el post anterior, comenté los indicadores de la falta de confianza en los deportistas, aquellas conductas observables que ponen de manifiesto que el atleta requiere un trabajo psicológico con mayor alcance para influir en su propia percepción, de sus habilidades, capacidades y aptitudes.

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En el presente documento, expondré a ustedes las conductas contrarias a las anteriores, aquella manera de hacer las cosas que evidencian una autoconfianza excesiva, lo que puede ser contraproducente igualmente. Posteriormente, encontrarás aquellas conductas que son las esperadas para quien posee una autoconfianza óptima, equilibrada, lo que se producirá en el mejor desempeño del atleta.

Indicadores de autoconfianza excesiva

• La percepción de la autoconfianza es mayor de lo que garantizan, realmente sus posibilidades.

• Las creencias inadecuadas del deportista pueden venir reforzadas por mensajes de su entorno inmediato.

• Esta creencia interna inadecuada puede ser también reflejo extremo de muy poca confianza interna, la falsa confianza. Agresividad y cinismo es una relación interna a miedos y dudas.

• Confunde lo que es ahora con lo que le gustaría ser.

• Elude situaciones que puedan dañar su imagen con lesiones ficticias, discusiones con el árbitro, etc.

En cambio, cuando encontramos a un deportista con una autoconfianza óptima, observamos:

• Se pone objetivos basados en sus posibilidades reales y así juega.

• Muestra un desarrollo conjunto de niveles de autoconfianza y habilidades físico-técnicas.

• Interpreta los errores y las derrotas positivamente, como parte del deporte, como información para mejorar el futuro.

• No se limita así mismo por el miedo a ganar y perder.

El mantener una autoconfianza óptima es crucial para que el deportista logre escalar hacia el alto rendimiento o el profesionalismo, una vez ahí, trabajar las emociones resulta primordial para no caer en excesos, en los diferentes aspectos del deportista, considerando lo personal, social, laboral, de pareja y espiritual.