La importancia del entorno para un óptimo desarrollo de atletas
- Mtro. Felipe Zavala

- 15 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 1 jul 2023
Cuando nos enfrentamos a la labor de entrenar a un atleta o un equipo, la psicología del deporte aplica teorías propias de la ciencia de la mente en beneficio de esta actividad, como es el conductismo.
Esto se aplica, por ejemplo, al momento en qué hay la intención o necesidad de que el deportista aprenda o perfeccione un movimiento, técnica o estrategia. La labor consiste en descomponer en la mayor posibilidad el movimiento a aprender para que se practique progresivamente hasta hacerlo de manera automática, atendiendo a que el cerebro hará las conexiones necesarias.

Esto lleva a considerar que cada movimiento se puede enseñar de la misma manera a todos los deportistas, lo que puede producir un atraso en el aprendizaje del gesto, ya que cada uno de ellos puede tener una motricidad, capacidad cognitiva y experiencia diferente. El entrenamiento clásico aborda esta acción de la manera anteriormente expuesta, aplicar la misma metodología a todos los deportistas.
Conseguir mejores resultados, dependerá de numerosos factores, entre los cuales se encuentran: direccionamiento óptimo, un estado saludable en ausencia de enfermedades, condición psicosocial, psico-emocional, motivación, estudios (De Knop, P., 1993).
La propuesta de la teoría sistémica dinámica y la corriente ecológica propone tratar al deportista de manera diferente, no solo como un ser que funciona de manera mecánica, si no en un ser que está en continuo desarrollo y pasa por una serie de transiciones, influidas por los entornos en los que se desenvuelve.
Bajo esta teoría, el entrenamiento deportivo debe considerar la relación del deportista con su familia, amigos, el propio club en el que entrena, así como con jugadores de otros clubes, la escuela, la cultura, nivel socio-económico, entre otros.,(llamados microsistemas, mesosistemas, exosistemas y macrosistemas por Bronfenbrenner)
Para que el entrenamiento sea óptimo, Seirul-lo Vargas, propone analizar al atleta bajo las siguientes estructuras y en las condiciones propias donde se aplicará el gesto a aprender:
Estructura socio-afectiva.
Estructura emotivo-volitiva.
Estructuras creativo-expresiva.
Estructura cognitiva.
Estructura coordinativa.
Estructura condicional.
En resumen, analizar los diferentes entornos donde se desarrolla el deportista, puede favorecer a crear la estrategia de enseñanza idónea para cada ese sujeto, ya que reciben influencia de estos, lo que lleva a que mantengan intereses, necesidades y motivaciones particulares, así como un desarrollo biológico específico y una familia con ciertas características.
Un dato adicional… García Ferrando (2002), observa que el 33% de los atletas olímpicos españoles (que conquistaron el alto rendimiento) han sido estimulados e influenciados, durante su carrera deportiva, por su familia para que tengan la posibilidad de estar enfocados en alto rendimiento.







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